Teoría 4°

Nutrición en humanos

La construcción de la idea de ser vivo como sistema, enfocándolo desde la integración de la funciones de nutrición en el organismo humano. Comprender las estructuras y el funcionamiento de los organismos, implica comprender un sistema complejo, compuesto por muchos elementos que operan conjuntamente en distintos niveles de organización. Podemos imaginar entonces, y la investigación didáctica lo confirma, que la evolución de las ideas de los alumnos hacia una concepción sistémica y coordinada del cuerpo es un proceso lento que acarrea ciertas dificultades.

  • La nutrición involucra un conjunto de funciones a través de las cuales se incorporan sustancias vitales del medio (O2 , H2O, proteínas, hidratos de carbono, etc.), se las transforma y distribuye en todo el organismo y se eliminan los desechos que resultan de dichos procesos.
  • Los seres vivos necesitan alimentarse para incorporar nutrientes que les aportan energía para llevar a cabo los procesos vitales básicos y las distintas actividades y materiales para la reparación de los tejidos, el crecimiento y la conservación de la salud.
  • Los alimentos sufren una serie de transformaciones físicas y químicas a lo largo del sistema digestivo en el hombre (y en otros seres vivos) que permiten su utilización y aprovechamiento energético a nivel celular.
  • Cada órgano del sistema digestivo cumple funciones distintas (mecánicas y/o químicas) asociadas a sus características morfológicas y a la producción de jugos digestivos específicos (enzimas, ácidos, emulsionantes, etc.).

Agroecosistemas

Los agroecosistemas son sistemas agrícolas que se basan en los principios de la ecología para promover prácticas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Estos sistemas buscan integrar la producción de alimentos con la conservación de los recursos naturales, fomentando la biodiversidad, la fertilidad del suelo y la protección de los ecosistemas.
      En un agroecosistema, se busca imitar los procesos naturales presentes en los ecosistemas naturales, como la circulación de nutrientes, la interacción entre diferentes especies y la utilización de recursos de manera eficiente. Esto implica el uso de técnicas agrícolas como la rotación de cultivos, la diversificación de especies, la incorporación de cultivos de cobertura, la gestión integrada de plagas y la reducción del uso de productos químicos sintéticos.
          Los agroecosistemas pueden variar en escala, desde pequeñas huertas familiares hasta grandes explotaciones agrícolas. También pueden adoptar diferentes enfoques, como la agricultura orgánica, la permacultura y la agroforestería, entre otros.
              Los beneficios de los agroecosistemas incluyen la producción de alimentos saludables y nutritivos, la conservación de la biodiversidad, la mejora de la calidad del suelo, la protección de los recursos hídricos y la reducción de la dependencia de insumos externos, como fertilizantes sintéticos y pesticidas.
                  En resumen, los agroecosistemas son sistemas agrícolas que buscan equilibrar la producción de alimentos con la conservación del medio ambiente, aplicando principios ecológicos y fomentando la sostenibilidad a largo plazo.

                  La fotosíntesis

                  La fotosíntesis es el proceso mediante el cual las plantas, algas y algunas bacterias utilizan la energía de la luz solar para convertir dióxido de carbono y agua en glucosa (un tipo de azúcar) y oxígeno. Es un proceso fundamental para la vida en la Tierra, ya que las plantas y las algas son los principales productores de oxígeno y base de la cadena alimentaria.

                  La fotosíntesis ocurre en los cloroplastos, orgánulos presentes en las células de las plantas y las algas. Está compuesta por dos etapas principales:

                  Fase luminosa: En esta etapa, los pigmentos fotosintéticos, como la clorofila, capturan la energía de la luz solar y la convierten en energía química. Esta energía se utiliza para generar adenosín trifosfato (ATP) y portadores de electrones, como el NADPH.

                  Fase oscura (o ciclo de Calvin): En esta etapa, los productos generados en la fase luminosa se utilizan para fijar el dióxido de carbono atmosférico y convertirlo en glucosa. Este proceso se conoce como fijación de carbono y ocurre a través del ciclo de Calvin.

                  En resumen, la fotosíntesis es un proceso bioquímico que permite a las plantas, algas y algunas bacterias utilizar la energía solar para producir glucosa y liberar oxígeno como subproducto. Este proceso es esencial para mantener el equilibrio del oxígeno en la atmósfera y proporcionar la base de la cadena alimentaria en los ecosistemas terrestres y acuáticos.

                  Comentarios

                  Entradas populares